Era septiembre de 1945 cuando un granjero, Lloyd Olsen, de Fruita, Colorado decidió coger uno de sus pollos para matarlo y cocinarlo. Le cortó la cabeza, y el animal seguía andando. Estas reacciones en este tipo de aves que con la cabeza recién cortada siguen corriendo durante cierto tiempo ya las había oído, ocurren con facilidad. Pero este caso es único.
Como el pollo no dejaba de moverse Olsen decidió dejarlo hasta el día siguiente. Seguía vivo, y el granjero decidió alimentarlo con una pipeta, le introducía los alimentos por el esófago cortado. Este pollo, de nombre Mike, vivió, ¡18 meses más!. Su dueño lo exhibió por ferias ganando un buen dinero, hasta que murió atragantado por un grano de maíz.
Sus vecinos quisieron imitarlo, y se dedicaron a cortar cabezas e intentar que sus desafortunados animales siguieran viviendo. Hay recogidas noticias de que uno llegó a vivir 11 días.
Esta es la web Mike the headless chicken.




No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.