Como es obvio la mayoría de las acciones que tomamos están condicionadas por la estructura de nuestro cerebro, ¿a caso no os habéis preguntado por que unas personas sienten más interés por lo desconocido que otras?
Preguntas como esta podría responderlas la frenología, una doctrina que aunque no es practicada por la comunidad científica tiene mucho de inquietante. La frenología nos indica mediante la medida del cráneo la personalidad de un individuo y sus intereses, dependiendo de que zonas sean más anchas, abultadas o estrechas la persona tendrá unas inquietudes u otras.
El "espíritu curioso", de todos los que estamos aquí, todos lo que habéis sentido curiosidad por la información que aparece en LeyCosmica, podemos decir que tenemos la cierta zona del cerebro que funciona de una manera más activa de lo normal. Lo mismo ocurre a muchos miembros de esta comunidad con la glándula pineal, la cual permite salir al astral, ver auras, practicar la telekinesis o telepatía de una mejor manera, o bien la zona relacionada con la concentración, que facilita la meditación.
Dependiendo como sea la confección de nuestro cerebro sentiremos más interés por la música, la gimnasia, la espiritualidad, etc.
Como es lógico la estructura de la mente no es lo único que determina nuestro interés espiritual, por supuesto una persona que haya tenido una experiencia relacionada con el plano astral puede que esté más interesada en los misterios del más allá que una persona que jamás se haya tropezado con lo desconocido.
Los factores cósmicos y energéticos también son consecuencia de nuestros intereses, hay frecuencias vibratorias que atribuyen un interés, incluso en ciertos casos un conocimiento espiritual, un ejemplo claro sería la pronunciación de mantras.
Lo que está claro es que la mente es la clave para despertar el interés espiritual de la gente, si logramos hacer que la sociedad se replantee la realidad de un modo distinto apreciaremos que su zona cerebral dedicada a la espiritualidad empieza a recobrar vida.
Cada zona cerebral es como un músculo que se puede ejercitar.
Preguntas como esta podría responderlas la frenología, una doctrina que aunque no es practicada por la comunidad científica tiene mucho de inquietante. La frenología nos indica mediante la medida del cráneo la personalidad de un individuo y sus intereses, dependiendo de que zonas sean más anchas, abultadas o estrechas la persona tendrá unas inquietudes u otras.
El "espíritu curioso", de todos los que estamos aquí, todos lo que habéis sentido curiosidad por la información que aparece en LeyCosmica, podemos decir que tenemos la cierta zona del cerebro que funciona de una manera más activa de lo normal. Lo mismo ocurre a muchos miembros de esta comunidad con la glándula pineal, la cual permite salir al astral, ver auras, practicar la telekinesis o telepatía de una mejor manera, o bien la zona relacionada con la concentración, que facilita la meditación.
Dependiendo como sea la confección de nuestro cerebro sentiremos más interés por la música, la gimnasia, la espiritualidad, etc.
Como es lógico la estructura de la mente no es lo único que determina nuestro interés espiritual, por supuesto una persona que haya tenido una experiencia relacionada con el plano astral puede que esté más interesada en los misterios del más allá que una persona que jamás se haya tropezado con lo desconocido.
Los factores cósmicos y energéticos también son consecuencia de nuestros intereses, hay frecuencias vibratorias que atribuyen un interés, incluso en ciertos casos un conocimiento espiritual, un ejemplo claro sería la pronunciación de mantras.
Lo que está claro es que la mente es la clave para despertar el interés espiritual de la gente, si logramos hacer que la sociedad se replantee la realidad de un modo distinto apreciaremos que su zona cerebral dedicada a la espiritualidad empieza a recobrar vida.
Cada zona cerebral es como un músculo que se puede ejercitar.
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