¿Qué es la Aromaterapia?
La aromaterapia se define como el empleo de los Aceites Esenciales, con la finalidad de apoyar,

¿En qué se basa la aromaterapia?
La terapia como tal, basa su éxito en el empleo exclusivo de Aceites Esenciales ( AE) Estos productos, son el resultado del metabolismo vegetal y deben ser extraídos mediante técnicas muy precisas y cuidadosas para garantizar su pureza y calidad.
La técnica mas empleada es la Destilación por arrastre de vapor, que asegura que ninguna sustancia sea empleada para obtener los AE. De esta forma se asegura la no contaminación del producto y un control de calidad necesario para emplearse en salud.
Con esto en mente, vemos que el AE es el eje central de la terapia y que solo productos naturales son empleados para llevar a cabo una serie de intervenciones encaminadas a planear la forma que van a utilizarse los AE.
La forma en que los AE interaccionan con el cuerpo es por tres vías: la piel, por el olfato y por la boca. Las más empleadas, sin embargo son la piel, (principalmente a través del masaje o la formulación de productos que se aplican sobre ella) y por el olfato, (creando atmósferas fragantes, donde el buen olor impacta al Sistema Nervioso, desencadenando estados de bienestar más propicios para el equilibrio).
¿Nos sirve a aromaterapia a los seres humanos?
Por supuesto; sólo basta imaginar o percibir un aroma vegetal como el de la rosa. Inmediatamente al llegar el aroma a nuestras fosas nasales, empezamos a tratar de imaginar las características de la flor, aun cuando no la veamos. No sabemos en que momento el proceso de identificación del olor pasa a ser un proceso emocional. Si el aroma es agradable para el receptor se desencadenan una serie de emociones, sensaciones, recuerdos, que serán igual de agradables.
Con ello nuestra mente esta inmersa en un estado de bienestar general que en el cuerpo se refleja cono relajación muscular, baja de frecuencia respiratoria y cardiaca y la sensación de ser feliz. Estas acciones son las importantes para permitir al cuerpo procesos de reparación y descanso, tan necesarios en las enfermedades, tanto físicas como de origen emocional.
¿Cómo cura la aromaterapia?
El sistema nervioso y el aparato respiratorio están íntimamente conectados. Las neuronas olfatorias, que son células del cerebro, están casi expuestas al exterior a través de la mucosa respiratoria en la cavidad nasal.
Cuando una molécula aromática llega a la cámara nasal, es atrapada por el moco y desencadena una serie de estímulos que impactarán al cerebro en la región conocida como Hipotálamo. El hipotálamo es el sitio del cerebro donde se encentran los recursos necesarios para realizar la identificación de olor.
Pero también es el sitio donde se encuentran reguladas muchas de las funciones que tienen que ver con la regulación de funciones vitales como la frecuencia respiratoria, la temperatura corporal, el apetito, la libido, y un largo etc.
Es así que mientras tratamos de identificar un olor, en el cerebro se están poniendo, a la vez, en marcha otras funciones que actuarán sobre nuestro organismo, (relajarnos o activarnos; activar nuestro sistema linfático o inmunológico; etc.).
Si regresamos al ejemplo de la rosa, además de saber que se trata del olor de una rosa, podemos inmediatamente evocar recuerdos, sensaciones, e incluso eventos completos: como, cuando, donde y el estado emocional de aquel instante preciso.
¿En qué nos puede ayudar la aromaterapia?
El empleo de los AE esta indicado para apoyar de manera integral la salud de una persona. Se reconocen algunas sintomatologías como las más importantes:
-Desequilibrios del Sistema Nervioso: insomnio, ansiedad, taquicardias, tos nerviosa, depresión, angustia, sentirse frágil, en desbalance emocional.
-Desequilibrios en el Sistema Inmune: especialmente infecciones de repetición. Gripe, amigadalitis, enfermedades respiratorias, infecciones dermatológicas.
-Afecciones del Sistema Tegumentario: procesos de cicatrización, acne, psoriasis, eczema.
Composición de los aceites esenciales
Los aceites esenciales son líquidos aromáticos que cuando son analizados están compuestos por aproximadamente 150 moléculas diferentes. Sin embargo, podemos agruparlos en las siguientes familias químicas:
Aldehídos: son hipotensores y sedante, como es el caso de la melisa, el limón y la palmarosa.
Ácidos: son antisépticos, como por ejemplo la canela.
Alcoholes: son bactericidas y antisépticos generales. Así mismo son de baja toxicidad. El mejor ejemplo en este caso es el aceite esencial de lavanda.
Esteres: son sedantes y antiespasmódicos. Podemos incluir en este apartado a la bergamota y amaro.
Fenoles: potentes desinfectantes y antimicrobianos: Son estimulantes del sistema nervioso y bajan la sensación de dolor. Sin embargo hay que tener cuidado ya que son potentes irritantes de las mucosas y de la piel. Son claros ejemplos los aceites esenciales de tomillo, canela, clavo y orégano.
Terpenos: son antiinflamatorios, antiespasmódicos y estimulantes del sistema, inmunológico. Son abundantes en el aceite esencial de manzanilla, salvia, lavanda y romero.
Tanto la composición química de los aceites esenciales como el impacto sobre el sistema nervioso hacen que la aromaterapia funcione tanto en padecimientos del cuerpo físico como en los estados emocionales.
Utilidad práctica de la aromaterapia
En la práctica, saber lo anterior, nos sirve a los terapeutas para poder ayudar a las personas en situaciones específicas, dependiendo de cual es la necesidad de ella. Por ejemplo:

*Para apoyar a estudiante en la memorización; romero, menta, albahaca.
*Para apoyar en un resfriado o gripa: árbol del te, eucalipto, ravensara, tomillo.
*Para apaciguar los nervios: naranja, neroli, incienso.
*Para bajar el miedo: cedro, sándalo, jengibre, tomillo limón.
*Para favorecer el equilibrio: geranio, enebro, vetiver, lavanda, palo de rosa.
*Para recordar eventos felices: si se sabe que aromas nos ponen felices, pues ya está. Si no es el caso, *probar con aceites esenciales cálidos y reconfortantes como canela, benjuí, rosa, amaro, geranio, cedro y lima.
En estas propuestas cabe resaltar que la memoria aromática es diferente para cada persona, por lo que los recuerdos y sensaciones, así como todo el impacto emocional de cada aceite esencial o su mezcla, serán recibidos de diferente manera por cada uno. Es así que la aromaterapia se personaliza para lograr el mejor impacto aromático para cada persona.
Es un verdadero placer aplicar la mezcla de aceites esenciales cuando el propio paciente comenta que le encanta que bien huele esa combinación aromaterápica.
Origen e historia de la aromaterapia
La historia de la aromaterapia esta hilvanada a la historia de la humanidad y de su cultura. Es inegable que el ambiente natural, donde habitan los vegetales, esta ahí antes que el hombre. De tal forma que cuando este hace su aparición, el aire esta lleno de aromas que este mundo ha fabricado.
Las caminatas por bosques, selvas, el encender el fuego, el recostarse sobre la hierba, son experiencias aromáticas, que aun hoy son capaces de impactar al ser humano. No es extraño entonces, que los aromas se asociasen de manera natural a las divinidades: etéreas pero presentes y capaces de modificar nuestro entorno.
Así, culturas como la egipcia, desplegaron toda una cultura aromática: embalsamar momias, preparados con fines medicinales, protección de efectos adversos por el clima, desarrollo de rituales y ceremonias apoyados por inciensos.
Otras culturas como la Indú o la China, o romana hacen uso de las sustancias aromáticas, básicamente por el masaje o los baños. En América, las culturas precolombinas lo hicieron y hacen por las "limpias" y el Temascal. La Historia consigna desde siempre, el empleo de las sustancias medicinales.
Recientemente, los avances técnicos y terapéuticos han puesto a la aromaterapia y los aceites esenciales bajo el análisis, concluyendo que las moléculas presentes en ellos, así como los métodos empleados para aplicarse en el cuerpo son totalmente efectivos, y cuando se hacen con conocimiento, seguros y confiables.
La aromaterapia es por tanto una práctica importante en la actualidad, nutriendose de sus raices historicas.
Fuente: Eva Obregón Domínguez
Bióloga y Aromaterapeuta, Instituto Mexicano de Aromaterapia IMA
www.enbuenasmanos.com
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