BannerFans.com

Embargados en plena clase









El centro, con 160 estudiantes de tres a 17 años, recibió una notificación del embargo el miércoles por la tarde. Arrastra una deuda con la Seguridad Social de 992.263 euros, según el auto del Juzgado Contencioso Administrativo que aprobó el embargo el pasado 31 de diciembre. Lo que ni los profesores ni los alumnos esperaban es que se produjera un día de clase, en horario lectivo, con los chicos en las aulas, en el patio y por los pasillos. Durante todo el día, salieron operarios por la pequeña puerta de acceso metálica rodeada de yedra con estanterías de libros vacías, pupitres, sillas, pizarras, el potro, los marcos con dibujos... También torres de ordenador “con datos de los menores”, dice la dirección del centro. Y la centralita de teléfonos, que obligó a profesores y personal de dirección a avisar a los padres por móvil para una reunión de urgencia que se celebró por la tarde y en la que concluyeron que hoy, viernes, no irán a clase porque el embargo prosigue, pero que el lunes volverán “aunque sea con muebles alquilados”. Un portavoz de la consejería de Educación aseguró que podrán quedarse en el local hasta junio.


La consejera de Eduación, Lucía Figar, ha hablado con la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Bánez y esta última le ha garantizado que se permitirá a los niños completar el curso en el centro.


“Se han llevado hasta las tizas”, decía, indignado, por teléfono Juan Manuel Muñoz, uno de los padres del centro. “Esto es una animalada”, bramaba a las puertas del centro ya anocheciendo Lola Izquierdo, madre de una alumna de ocho años. A los más pequeños les dijeron que los Reyes Magos traerían muebles nuevos. Izquierdo grita que todo el mundo tiene deudas, que no se trata de la situación de una empresa, sino de “niños indefensos a los que les han interrumpido todas las clases”. Su marido, Miguel Castillo, prosigue de forma gráfica: “No me importa nada la deuda del centro ni sus problemas con la Seguridad Social, es como si un barco tiene deudas y tiran a los pasajeros por la borda”.


El director, Iñaki Santa, admite que arrastra impagos con la Seguridad Social desde principios de los años noventa. Asegura que cerró “un acuerdo verbal” de aplazamiento “para ir pagando durante estos años”. Pero en 2009, prosigue, le pidieron que pagar “15.000 euros mensuales de deuda” y que adelantara el “20% del total” que, según sus cálculos, ascendía entonces a unos 160.000 euros. “Con la crisis encima es imposible pagar así y con este embargo no van a cobrar nunca”, señala Santa.





Fuente : http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/02/23/madrid/1330016234_481423.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.